QUÉ LEO HOY:

QUÉ LEO HOY: Sugerencias, debate, crítica, opinión...

jueves, 14 de febrero de 2013

MUERTE EN EL CAFÉ GIJÓN. Rubén Loza Aguerrebere




Lo que más llama la atención de esta novela es su tamaño, más pequeño que un libro de bolsillo. Sobre todo cuando al abrirlo, la letra, es de tamaño normal.
Así que a nadie debe extrañarle el que se lea de un tirón. Aunque, que quede claro, no es el tamaño lo que favorece su lectura, sino la manera que tiene el autor de escribir y, lo que es más importante, lo que nos cuenta. 
No voy a negar que el título es ya de por si lo suficientemente sugerente como para llamar la atención, como para que los ojos se vayan directos hacia él. La combinación de un llamativo "Café Gijón", al menos para quienes nos atrae todo lo que huele a literatura, y la primera palabra del título, "muerte", tiene algo que lo hace atractivo.
Pero la mejor manera de describir el libro es definirlo como sencillo e inquietante. Sencillo porque Rubén Loza nos ofrece una escritura fluída, no por ello exenta de calidad, en la que la trama, directa, permite fantasear con enorme facilidad con lo que se va narrando, favorecido por una inusual capacidad para describir espacios y personas a lo largo de sus cortos capítulos. E inquietante por la manera que tiene el autor de contarnos la historia, no tanto porque ya en las primeras páginas nos muestra el crimen y el asesino, sino porque a lo largo del libro en vez de buscar culpables, buscamos inocentes, pues todos se acusan de ser los causantes de esa muerte que recorre  la novela.
Hay además un juego literario entre los  propios protagonistas y estos con el lector. Sin olvidar a figuras de la talla de Hemingway, Borges, Bioy Casares o Edmond Rostand que se pasean por sus páginas.
Un libro que atesora el placer de leer porque quien lo ha creado ha sabido transmitir el placer de escribir.

2 comentarios:

  1. He aprovechado un fin de semana en Soria para pasar a ver a César, y cómo acababa de leer la reseña de Muerte en el Café Gijón, lo he adquirido. Con su lectura he pasado un rato entretenidísimo; que el autor sea uruguayo ya es un punto a su favor. Pero es magistral como mediante cortas pinceladas aparentemente aisladas y desordenadas, traza alrededor del personaje central toda una historia que nos prende el interés. Estupendo. Además de lo bonito de la edición...
    Luis Nuevos Rumbos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Efectivamente, la edición es preciosa. Y en estos tiempos que corren es de agradecer que sigan existiendo editores que, a la vez que cuidan mucho los textos (que no tienen por que ser de 500 páginas), miman la edición del libro y este es uno de esos agradables resultados.
      Además, muy acertado lo de las pinceladas, pues Rubén Loza logra imaginarnos unos personajes y unos espacios sin tener que recurrir a explicaciones largas y tediosas.

      Eliminar