Por supuesto que el título es lo suficientemente provocativo como para que nuestros ojos se dirijan hacia él de inmediato. Por no hablar de la portada tan llamativa, aunque al principio permanecía oculta tras esa horrible faja que muchas editoriales se empeñan en colocar.
Una portada que intenta indicarnos lo que vamos a encontrar dentro, un personaje sugerente, divertido y locuaz: Allan Karlsson, quien al cumplir 100 años huye de la residencia de ancianos en la que vive para mostrar un mundo surrealista que invita a la carcajada mientras es capaz de construir dos historias paralelas llenas de ingenio y presteza narrativa.
Apta para todo tipo de lectores, la novela entrelaza historias y personajes de lo más variopinto, desde aquellos que representan lo más destacado del siglo XX, hasta quienes han nacido únicamente para esta narración. Lo mejor de todo es que no se conforma con crear una buena historia, sino que logra atar todos los cabos para que el lector descubra, sorprendido, que todo puede suceder ¡y de qué manera!
Una portada que intenta indicarnos lo que vamos a encontrar dentro, un personaje sugerente, divertido y locuaz: Allan Karlsson, quien al cumplir 100 años huye de la residencia de ancianos en la que vive para mostrar un mundo surrealista que invita a la carcajada mientras es capaz de construir dos historias paralelas llenas de ingenio y presteza narrativa.
Apta para todo tipo de lectores, la novela entrelaza historias y personajes de lo más variopinto, desde aquellos que representan lo más destacado del siglo XX, hasta quienes han nacido únicamente para esta narración. Lo mejor de todo es que no se conforma con crear una buena historia, sino que logra atar todos los cabos para que el lector descubra, sorprendido, que todo puede suceder ¡y de qué manera!
Jonasson logra en muchos momentos que permanezcamos frente al libro con la boca abierta, tardando unos segundos en asimilar las aventuras del protagonista. Y es que consigue encadenar una serie de episodios de manera magistral, haciendo al lector partícipe de una trama inteligente. Porque no estamos ante una lectura más, llena de tópicos y "gags" que completan la narración, es ésta la que se autogenera para incitar al lector a ser copartícipe de cada uno de los acontecimientos, de esos momentos trascendentes en la historia del siglo pasado.
Tan faltos como estamos de novela de humor es de agradecer una lectura tan fresca y sorprendente, que logra mantener al lector atento en todas sus páginas gracias a una soberbia trama y a un final casi apoteósico.
Una novela que deja tan buen sabor de boca que días después de abandonar el libro no solo sigues relamiéndote, sino que cambia el gesto, esbozando una sonrisa, cada vez que recuerdas algunos de los instantes más lúcidos y divertidos de la obra. Sin duda alguna el mayor descubrimiento narrativo del año pasado fuera de nuestras fronteras, tanto por lo que nos cuenta, como por la manera de contarlo.
Tan faltos como estamos de novela de humor es de agradecer una lectura tan fresca y sorprendente, que logra mantener al lector atento en todas sus páginas gracias a una soberbia trama y a un final casi apoteósico.
Una novela que deja tan buen sabor de boca que días después de abandonar el libro no solo sigues relamiéndote, sino que cambia el gesto, esbozando una sonrisa, cada vez que recuerdas algunos de los instantes más lúcidos y divertidos de la obra. Sin duda alguna el mayor descubrimiento narrativo del año pasado fuera de nuestras fronteras, tanto por lo que nos cuenta, como por la manera de contarlo.
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