Bueno, con un par de días de retraso, pero vamos a celebrar en el blog "El Día Internacional del Libro Infantil y Juvenil". Y qué mejor forma de hacerlo que con uno de los mejores libros del género en literatura castellana.
Aunque qué voy a decir yo si soy una parte responsable de esta edición en la que las ilustraciones de Alberto Crespo han creado un Silvestrito con más vida y presencia.
Aunque qué voy a decir yo si soy una parte responsable de esta edición en la que las ilustraciones de Alberto Crespo han creado un Silvestrito con más vida y presencia.
Para muchos Silvestrito fue la primera lectura de Avelino Hernández, a la que, por supuesto han seguido muchas más, y en la que el protagonista nos acerca a la vida de su pueblo castellano, de Soria, de manera sencilla y atractiva.
Con una ternura increíble, un humor inteligente y la sencillez del lenguaje
Silvestrito nos muestra un mundo que se ha perdido, un mundo en el que la felicidad era posible sin muchas de las cosas que hoy en día acaparamos
Con una ternura increíble, un humor inteligente y la sencillez del lenguaje
Silvestrito nos muestra un mundo que se ha perdido, un mundo en el que la felicidad era posible sin muchas de las cosas que hoy en día acaparamos
Poco a poco se va granjeando nuestra simpatía hasta hacernos partícipes de cada uno de sus juegos, de sus encuentros, de las situaciones más normales y pintorescas de sus paisanos y aquellos que llegan al pueblo a romper la monotonía.
Pero sin duda alguna lo que mejor hace Avelino es hacernos creer que estamos ante un libro de literatura infantil y que los adultos accedemos a él más con curiosidad que con ganas de aprender. Y es que logra engalanarlo de esa guisa cuando buena parte del lenguaje nos devuelve a aquel ambiente de mediados del siglo XX y nos invita a todos a conocer y a vivir en ese medio rural.
Prosa sencilla y perfecto manejo del castellano, buena manera de descubrir vocablos rurales hoy en desuso, con notables dosis de humor que hacen que Silvestrito se convierta en uno de los personajes más entrañables de la literatura castellana.
Si tienes a una persona mayor cerca, déjale el libro y consigue que lo lea, verás el cambio que se va a producir en ella. Además, las imágenes de Alberto cuenta con objetos de uso cotidiano en el mundo rural.
Una verdadera joya que los más pequeños disfrutarán y los mayores comprobarán con asombro lo que la memoria guarda de la infancia.
Una verdadera joya que los más pequeños disfrutarán y los mayores comprobarán con asombro lo que la memoria guarda de la infancia.
Sivestrito es, efectivamente, un libro infantil, pero que se lee con pasión por los adultos; además de ser tremendamente entretenido, nos muestra una forma de vivir y unas costrumbres que algunos recordamos y otros descubrirán, pero que me temo están a punto de desaparecer.
ResponderEliminarY como corolario, el placer de tener entre las manos una edición preciosa...
De la edición poco puedo decir, resultaría hasta pretencioso, pero lo que tengo claro es la calidad del libro, su naturaleza, la destreza de Avelino para implicar a los lectores y hacernos ver ese mundo que, como dices, se ha perdido. Los juegos, tradiciones y acontecimientos que salían de lo normal ofertaban tanta vitalidad que niños y pequeños los disfrutaban al máximo.
EliminarCon Silvestrito y otras obras del autor, no solo se recuperó el mundo rural, sino que se le daba una importancia que antes parecía estar oculta.