Si gracias a El arte de no decir la verdad Soboczynski me enseñó que el fingimiento es uno de los pilares en que se sustenta la sociedad actual, en esta ocasión, y repitiendo el esquema de las pequeñas historias o relatos, nos lleva de la mano en un alegato en contra de la perfección, de lo socialmente correcto.
Irreverente, ingenioso y directo, el autor polaco nos adentra en un mundo, que es el nuestro, en el que todo se ha suavizado, aterciopelado y ordenado de tal manera que hemos perdido el espíritu rebelde y pasional.
A través de 29 "episodios" descubrimos en qué han convertido nuestra sociedad, aunque mejor habría que decir qué hemos perdido para obtener esta nueva sociedad. Reivindica "lo inútil, lo superfluo, lo ineficiente" en aras de la esencia del ser humano.
Y todo eso lo hace de manera correosa y directa, abarcando todos los aspectos cotidianos que nos rodean: la bebida, el tabaco, el ejercicio, el amor, el arte, el sexo y todo aquello con que nos cruzamos a diario y que "ha cambiado" notablemente en los últimos años.
Una lectura de un tirón, enganchas cada texto con la velocidad de quien quiere descubrir el siguiente tema, mientras asientes y sonríes al descubrir que todo se ajusta a una realidad difícilmente explicable con otras palabras, siempre acertadas, que son las que usa el autor.
Fresco y agudo Soboczynski desnuda con acierto los cambios producidos en nuestro alrededor, no fumamos, no bebemos, hacemos ejercicio y usamos palabras inglesas para explicar todo. Lo mejor es que cada uno de los relatos que componen el libro enfocan un tema distinto, pero con la misma brillantez y acierto.
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