No sé el motivo que me llevó a coger este libro, puedo asegurar que no parece acercarse a los libros que me llaman la atención. Tengo claro que lo observé tras volver de vacaciones y buscar las novedades para ponerme al día sobre los libros aparecidos en mi ausencia. Lo cierto es que comencé a leer y... no pude parar. Había demasiada literatura en sus páginas como para pretender apartarme de él con facilidad.
Debo reconocer que desde el inicio sentí simpatía por su protagonista, Brianda me hablaba de héroes, de historias, de aventuras y de libros, sobre todo de libros. Las páginas olían a buena literatura, a historias leídas y vividas, a clásicos y modernos, a compañeros de vigilia y conversaciones mudas. Así que casi sin darme cuenta me había sumergido en el libro y ya era tarde para echarse para atrás.
No voy a negar que ahora que tengo ante mí el libro cerrado entiendo aún menos que empezase su lectura sin siquiera leer la contraportada (no sé si de hacerlo me hubiese atrevido a empezar, no por nada, simplemente que la explicación no iba a llamarme la atención salvo que me convenciesen algunos de mis lectores), ya que creo que esta solo parece centrarse en una parte de la historia.
Lo que tengo claro es que quien se esconda tras el seudónimo de Sonia Laredo, deja bien claro que está relacionada con el mundo literario, disfruta y vive los libros y su lectura. Pues crea una sólida invitación para hablar de libros, logrando que el lector se implique de inmediato y su mente empiece a vagar recordando diversas lecturas que se hacen cómplices con la protagonista.
Una narrativa inteligente y con la dosis de misterio suficiente para que las páginas se sumen con notable rapidez. Hay además, aparte de esa búsqueda de una nueva vida o segunda oportunidad, un optimismo natural, un aroma a magia, a vuelta a lo sencillo, a lo elemental, a evitar la preocupación por cosas sin apenas importancia. Y es que estamos ante una novela vital, donde todo parece impregnado de vivos colores y donde la luz parece aparcar la oscuridad cuando esta apenas pretende asomarse.
Libros, amor, amistad, alegría, pasión, vida, naturaleza y un montón de sentimientos más afloran en un libro que logra que el lector, o la lectora, sean partícipes de la historia casi desde las primeras páginas, desde que le prestan un hombro a Brianda, hasta que le acompañan a Nuba y el universo que se presenta entre sus casas, calles y montes.
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