Hay autores, o autoras como es este caso, a los que, a pesar de su importancia, los tengo demasiado encasillado, autores a los que solo los identifico, como lector, con un género determinado. Eso me ocurre con Edith Wharton, que a pesar de tener más de treinta novelas, algunas incluso leídas no hace mucho, siempre pienso en ella por sus libros de viajes: Viaje por Francia en cuatro ruedas, En Marruecos y Cuaderno de viajes: el viaje considerado como una de las bellas artes.
Son también numerosos los relatos en los que demuestra el perfecto dominio de la narración, la exploración de los personajes y una sátira inteligente y deliciosa.
En este pequeño relato y en apenas 65 páginas logra dibujar perfectamente al profesor Trenham, sus remordimientos, su doble moral y la falta de decisión ante los aspectos más importantes a los que se enfrenta. Un simple hecho, qué hacer con las cartas de su amante nada más fallecer su mujer, serán el desencadenante de una historia en la que mostrará su predilección por las relaciones entre sexos. Con una fina ironía y las palabras justas para describir lo que el lector debe ver ante él -desde los espacios hasta los movimientos de los personajes- dirige la acción desde la primera línea, dejando que únicamente a mitad de la narración exista un pequeño respiro de esa tensión que se produce El día del entierro de Milly, la mujer de Trenham.
Wharton ahonda en la importancia de la apariencias, de los entornos sociales y familiares que tanto marcaban el devenir de los acontecimientos de 1930, año en el que se edita por primera vez este relato. "¡Cómo lo complicaba todo el hecho de vivir en una comunidad pequeña y entrometida!" vendrá a decir su personaje principal cuando repasa sus actos adúlteros. Logra, además, traspasar la mente masculina de Trenham y mostrarnos una descripción psicológica perfectamente detallada.
Un relato que entretiene, que a pesar de poderse leer de un tirón, hay un deseo irrefrenable de leerlo despacio, con tranquilidad, saboreando cada detalle, cada palabra que su autora ha escrito de manera meditada y concienzuda.