Cada libro de Lorenzo Silva que recibo me produce una fuente de alegría que solo pueden entender quienes queden atrapados por la manera de comunicar de un escritor. Lo mismo da que se trate de un ensayo o de una novela, de un libro de viaje o un cómic. Eso sí, para que voy a ocultarlo, si se trata de una novela, y encima protagonizada por Bevilacqua y Chamorro, solo quiero que el mundo se detenga para poder sumergirme en su lectura.
Sí, sabía que el libro tenía que salir en abril y que la pandemia, como con muchos otros títulos, lo había retenido, pero lo que no esperaba era el volumen que iba a tener: ¡540 páginas! Y encima en tapa dura. La excitación al sacarlo de la caja solo es comparable con el placer de comenzar su lectura, de volver a encontrarme con una historia que, seguro, me iba a permitir participar en ella.
Para mi sorpresa descubro que de inmediato, desde la primera página la acción comienza de manera trepidante, con un acontecimiento que te hace apretar los dientes. Y pronto, como solo Lorenzo Silva es capaz de dibujar, los hechos devienen de manera totalmente diferente. No solo estamos ante el desarrollo de las pesquisas en busca de desentrañar un crimen, sino que estas se multiplican de manera incierta.
Para colmo el autor por fin nos acerca al pasado de Bevilacqua, a esos primeros pasos como Guardia Civil en el País Vasco en los años álgidos del terrorismo de ETA. Por medio de elipsis temporales el autor nos irá llevando a medida que avanza el libro del pasado al presente, de una narración de los acontecimientos sucedidos en la lucha contra ETA a la investigación que trata de aclarar el asesinato a golpes de un excondenado por terrorismo en una playa de Formentera.
Veinticinco años, diez novelas, más libros de relatos, han tenido que pasar para conocer el pasado de Bevilacqua, para tener entre manos las novela más ambiciosa y extensa, en la que logra, como siempre, mostrar a la perfección el ambiente y los escenarios en que transcurre la novela, en el que da vida a un buen número de personajes que nos acercan a unos momentos concretos de nuestra historia más reciente y a tratar de señalar unas heridas que, poco a poco, pueden curarse. Lorenzo Silva, como nos tiene acostumbrados, no solo hecha mano del manual del buen narrador, sino que gracias a una completa documentación y el acercamiento a las personas que en ambos bandos vivieron los acontecimientos, es capaz de trasladarnos escenas, hechos y sentimientos. Aunque, no hay que olvidar que estamos ante una novela y siempre, por mucho que nos acerque a la verdad, esta está tratada de manera subjetiva.
Una novela impresionante, que no necesita imágenes impactantes (ni siquiera cuando narra atentados o acciones de la Guardia Civil se ensaña con la violencia que generaron) para lograr una historia llena de interés, que nos abre la mente, el pensamiento y los sentimientos del subteniente Bevilacqua y en la que volvemos a ver a la sargento Chamorro, a la cabo Salgado, a Arnau, Pereira... Pero también a otros y otras Guardias Civiles que cobran una importancia fundamental en las distintas investigaciones.
Por cierto, es de señalar el perfecto retrato que hace el autor de la importancia de las Guardias Civiles en la resolución de los casos, tanto en el pasado como en el futuro.
Ver otras obras del autor en este blog: Los cuerpos extraños, La marca del meridiano.
Veinticinco años, diez novelas, más libros de relatos, han tenido que pasar para conocer el pasado de Bevilacqua, para tener entre manos las novela más ambiciosa y extensa, en la que logra, como siempre, mostrar a la perfección el ambiente y los escenarios en que transcurre la novela, en el que da vida a un buen número de personajes que nos acercan a unos momentos concretos de nuestra historia más reciente y a tratar de señalar unas heridas que, poco a poco, pueden curarse. Lorenzo Silva, como nos tiene acostumbrados, no solo hecha mano del manual del buen narrador, sino que gracias a una completa documentación y el acercamiento a las personas que en ambos bandos vivieron los acontecimientos, es capaz de trasladarnos escenas, hechos y sentimientos. Aunque, no hay que olvidar que estamos ante una novela y siempre, por mucho que nos acerque a la verdad, esta está tratada de manera subjetiva.
Una novela impresionante, que no necesita imágenes impactantes (ni siquiera cuando narra atentados o acciones de la Guardia Civil se ensaña con la violencia que generaron) para lograr una historia llena de interés, que nos abre la mente, el pensamiento y los sentimientos del subteniente Bevilacqua y en la que volvemos a ver a la sargento Chamorro, a la cabo Salgado, a Arnau, Pereira... Pero también a otros y otras Guardias Civiles que cobran una importancia fundamental en las distintas investigaciones.
Por cierto, es de señalar el perfecto retrato que hace el autor de la importancia de las Guardias Civiles en la resolución de los casos, tanto en el pasado como en el futuro.
Ver otras obras del autor en este blog: Los cuerpos extraños, La marca del meridiano.
Como bien sabes estoy deseando ponerme con ella. La próxima semana lo empiezo, en cuanto termine los que tengo entre manos. Me da que me tendrá enganchada. La verdad es que fui tan directa y decidida a comprarlo que no me di cuenta, pero luego sí me sorprendió el tamaño y la tapa dura. ¡Que ganitas de leerlo!
ResponderEliminarNO te defraudará.
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